Motores a amoníaco se abren como alternativa verde y eficiente en el mundo charla de investigador MIGA en la Asociación Americana de Química
En la industria están entrando con fuerza los autos eléctricos y se proyecta que para el 2050 dominarán el parque automotriz mundial. Sin embargo, en China ya revelaron un motor de amoníaco que promete reducir las emisiones de carbono en un 90%.
A pesar de que los combustibles fósiles siguen liderando la mecánica de la industria automotriz, en Europa se está armando un plan que ayudará a cambiar el panorama en el desarrollo de motores de combustión limpia. Durante el mes de febrero, el Parlamento Europeo aprobó que a partir de 2035 todos los automóviles relacionados a turismo y furgonetas nuevas que se comercialicen en la Unión Europea deban ser “cero emisiones”, aunque se pueden contemplar algunas excepciones.
La industria está investigando diversas alternativas como combustibles sintéticos y biocombustibles como el uso del hidrógeno, el cual se encuentra en franco desarrollo. Sin embargo, el amoníaco también puede ser utilizado en motores de combustión interna y su potencial ya está siendo explorado por diferentes fabricantes. Tal es el caso de la compañía china Guangzhou Automobile Motor, la cual reveló hace pocas semanas un motor de amoníaco que reduce las emisiones de carbono en un 90%, siendo una alternativa competitiva respecto a un modelo eléctrico.
En este último caso, los automóviles eléctricos también presentan una variante. “La reducción de las emisiones de CO2 de un vehículo eléctrico en comparación a un motor de combustión interna depende de varios factores, donde uno clave es la fuente de electricidad utilizada para cargar el auto eléctrico. Para un correcto análisis se debe diferenciar las emisiones de los vehículos en wheel-to-tank, tank-to-wheel, más la fabricación y reciclaje o desecho del vehículo, llamada emisiones de ciclo de vida” dice Javier Pereda, Profesor del Departamento de ingeniería eléctrica de la Universidad Católica.
El foco está puesto en avanzar hacia la neutralidad de carbono y la entrada del hidrógeno y amoníaco a la industria es inminente. Para Latinoamérica, y en especial para Chile, esta decisión abre la puerta a la producción a gran escala de amoníaco por medio de la utilización de energías renovables, aprovechando las ventajosas condiciones geográficas y climáticas que tiene el país.
La compañía china Guangzhou Automobile Motor, la cual reveló hace pocas semanas un motor de amoníaco que reduce las emisiones de carbono en un 90%, siendo una alternativa competitiva respecto a un modelo eléctrico.
Mauricio Isaacs, director del Instituto Milenio para el Amoníaco como Vector Energético (MIGA), considera que el proceso de adopción del amoníaco como combustible verde es viable, y que forma parte de un proceso que considera diferentes variables. “La ventaja de los potenciales combustibles basados en amoníaco es que son libres de carbono porque deben ser fabricados en base a tecnologías verdes para no arrastrar una huella de carbón. La adopción de amoníaco, como cualquier otro producto químico y/o combustible, tiene que ver con una buena regulación medioambiental y de seguridad, así como también de normas técnicas. No hay que olvidar que estamos lidiando con nuevas tecnologías y tenemos que estudiar cómo adoptarlas de la mejor manera”, sostiene Isaacs.
Por otro lado, no sólo la industria automotriz está experimentando con motores de amoníaco. Esta sustancia también está siendo utilizada en transporte marítimo, un sector industrial altamente contaminante y clave para la economía mundial. Una empresa japonesa dedicada a la logística, Nippon Yusen Kabushiki Kaisha, ya realizó su primera prueba de encendido de motor de buque de cuatro tiempos alimentado con amoníaco con resultados exitosos.
En esa línea, Mauricio Isaacs confirma que este desarrollo tecnológico llegó para quedarse en un plazo entre 5 a 10 años. La única interrogante es cuándo y dónde se implementará. “La puesta en marcha variará de acuerdo con cuál tecnología se instale más rápido. Estamos en un periodo de transición tratando de eliminar el uso los combustibles que producen gases de efecto invernadero, principalmente CO₂. Seguramente, cada actor empujará por su idea o interés entre desarrollo de baterías, híbridos, hidrógeno, fuel cell, e -fuel y amoníaco. Cada tecnología tendrá su lugar dependiendo del uso que quieran darle, ya sea como motor de combustión interna, turbina, barco, avión, automóviles y energía de respaldo”, concluye el director de MIGA.
Pero ¿por qué amoníaco verde?
Desde 1910 hasta la actualidad, el proceso utilizado para obtener amoníaco es el mismo, y es a través del método de Haber-Bosch. El principal inconveniente, es que su elaboración tradicional consume casi el 2% de la energía mundial y genera ~1,9 toneladas métricas de CO2/ton NH3. Desde el Centro de investigación MIGA se propone aportar a la producción de amoníaco sostenible a partir de energías renovables para impulsar la transición energética y el desarrollo de una economía cero carbono.
La investigación científica de MIGA en Chile aborda cinco líneas de investigación, que incluyen: producción electroquímica de NH₃; la producción de H₂ a partir de electrólisis de NH₃; diseño de prototipos de pilas de combustible de NH₃; procesos de corrosión y desgaste de materiales; y economía del amoníaco.